Para comenzar,
debemos tener en cuenta, como afecta este calor en nuestro organismo. La
combinación del calor, junto con realizar ejercicio físico, hará que la sangre
de nuestro organismo tenga una doble función:
- Refrescar el cuerpo, transportando calor a la superficie de la piel.
- Aportar combustible y oxígeno a los músculos que utilizamos.
Estas dos funciones se dan cuando se hace ejercicio físico, pero
cuando el clima es moderado o frío el organismo es capaz a realizar estas, sin
problemas, ya que hay sangre suficiente. En tiempo caluroso fluye menos
cantidad de sangre de regreso al corazón, ya que cada latido bombea menos
sangre, lo cual se compensa, aumentando el ritmo cardíaco, no obstante el
problema de esto, será la dificultad para mantener un ritmo aeróbico durante un
largo tiempo, ya que al aumentar nuestro ritmo cardíaco estaremos propiciando
el agotamiento del glucógeno muscular, y a su vez el calor hará que acumulemos
más ácido láctico en los músculos.
La temperatura
ideal para realizar ejercicio se encuentra entre los 5 y 18 grados, en donde
seremos capaces a realizar nuestros mejores tiempos y marcas, en cambio si esta
aumenta, nuestra velocidad disminuirá, por ejemplo en un corredor. Para
calcular esta disminución, podemos aplicar la siguiente fórmula:
Reducirás 1´´
por
1,6km
(milla),
por
cada
0,65ºC
por
encima
de
los
18º
Además de esto
tendrás que tener en cuenta la cantidad de humedad o la luz directa que
recibes, que será 2 factores importantes q afectarán a nuestro rendimiento.
Solamente con
correr 30 minutos en un clima caluroso, nuestro rendimiento se puede ver
afectado, por un factor muy importante; la deshidratación, el cual es un factor
clave sobre nuestro rendimiento. La pérdida de sudor, puede llegar entre 0,9 y 1,36 kg de peso corporal
por hora de actividad, lo cual puede ser muy peligroso, y debemos reponer
líquidos continuamente.
Lo que debes
hacer en estos días, será bajar el ritmo, dependiendo de las condiciones
ambientales, y sobre todo en una competición intenta hacer frente a estas
condiciones mentalmente, haciendo que estas sean un reto y no un problema.
¿COMO DISIPO EL CALOR EN LAS ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE?
Al realizar
ejercicio, tu organismo está produciendo calor, pero si las condiciones son
favorables o el ritmo de producción de calor es bajo, nuestro organismo será
capaz a disipar el calor en un mayor porcentaje del que producimos, con lo cual
nuestra temperatura interna no aumentaría desorbitadamente.
La temperatura
interna del cuerpo es de 41,6ºC
y al hacer ejercicio esta puede aumentar por encima de los 42,5 grados, lo cual
hará que nuestro rendimiento se vea afectado.
Las formas por
las cuales somos capaces a disipar el calor generado son principalmente:
- Conducción: En donde se transfiere el calor con el medio, mediante el contacto directo. La sangre pasa a través de los músculos y pasaremos el calor a través de la piel, posteriormente pasa a la ropa por contacto directo y finalmente al aire.
- Convección: Cuando el aire que nos rodea se calienta, se enfría, y se eleva, dejando en su lugar aire más fresco, lo cual le permitirá al cuerpo, seguir transportando calor al ambiente más frío. Hay que tener en cuenta que tanto la conducción como la convección, serán útiles solamente si el aire exterior esté más frío que nuestra piel.
La conducción y
la convección, son los responsables de entre el 10-20% del calor corporal
disipado.
- Radiación: El calor se traslada desde el cuerpo, hasta un objeto cercano como puede ser la ropa, un aparato de gimnasia, etc. En donde la temperatura es inferior a la de nuestra piel. Esta será el mecanismo de pérdida de calor más importante en reposo, siendo a temperatura normal (23 grados) el responsable del 60% de pérdida de calor.
- Evaporación: Claramente la evaporación estará relacionada con el sudor, el cual es el mecanismo más efectivo para la pérdida de calor. El sudor se evapora por el calor de la piel, y luego se disipa en el ambiente, refrescando el cuerpo. Es el mecanismo más importante para la disipación del calor durante el ejercicio (80%). Por este medio perdemos el 90% del agua del organismo, ya que el otro 10% será a través de la ventilación.
EL
SUDOR DURANTE LA PRACTICA DE
EJERCICIO
Como ya he
mencionado el sudor es el mecanismo más efectivo de regulación de la
temperatura durante el ejercicio, y por eso mismo tendremos que tener muy en
cuenta la problemática de la deshidratación, siendo esta más evidente en climas
calurosos, pero no quiere decir que no se de en climas fríos. Por ello debemos
reponer líquidos durante toda nuestra práctica, ya que podrá afectar a nuestro
rendimiento o incluso dar lugar a problemas de salud.
Ten en cuenta que
cuanto más calor haga y más intenso sea el ejercicio más sudarás, pero existen
personas que sudan más que otras, por las siguientes razones:
- Las personas más grandes transpiran más.
- Cuanto mejor es nuestro nivel de preparación física, tendremos más cantidad y más desarrolladas estarán nuestras glándulas sudoríparas, con lo cual comenzaremos a sudar antes, y sudaremos más.
- Cuanta más humedad haya en el ambiente, más transpiraremos.
- La genética, será algo a tener muy en cuenta ya que existen personas que cuentan con estas glándulas mucho más desarrolladas, o en más cantidad.
ENFERMEDADES
RELACIONADAS CON EL CALOR
Existen una serie
de avisos antes de llegar a alguna enfermedad de las que vamos a describir
rápidamente, pero el deportista debe conocer sus capacidades y cuando debemos
parar de hacer ejercicio, aunque en muchas ocasiones no son capaces a darse
cuenta de estos indicadores.
Los calambres
musculares, se producirán muy habitualmente por falta de hidratación, o pérdida
de minerales al sudar, y en los corredores, los músculos de las pantorrillas
serán los más afectados, pero estos son un aviso de lo que puede desencadenar
una grave enfermedad por el ejercicio en un medio caluroso. Lo que debemos
hacer es beber lo antes posible, y a poder ser durante el ejercicio. Utiliza
bebidas deportivas para recuperar electrolitos lo antes posible.
Después de los
calambres, aparecerán enfermedades mucho más graves como pueden ser: El
agotamiento por el calor, o la insolación. En donde podemos diferenciar
claramente que el agotamiento por el calor, el cuerpo no será capaz a disipar
el calor y puede llevar a una insolación, la cual puede ser fatal. En el
momento que notas los síntomas típicos del agotamiento por calor (dolor de
cabeza, pulso débil, nauseas, piel de gallina, etc.) lo que debes hacer será
parar de hacer ejercicio inmediatamente, buscando un lugar fresco, tiéndete con
los pies elevados, quítate el exceso de ropa, y claramente bebe rápidamente.
CONSEJOS
PARA CORRER CON TIEMPO CALUROSO:
- Bebe antes, durante, y después del ejercicio.
- Échate líquidos encima, si tienes de sobra, sino es mejor beberlos.
- Utiliza ropa fresca para correr, con tejidos transpirables, y en días de mucho calor minimiza la ropa para conseguir una mayor superficie de piel libre en donde evaporar el calor.
- Utiliza una camiseta de alta tecnología y de colores claros, evitando siempre las de algodón, donde el sudor se almacena.
- Mantente en buena forma: Cuanto menor sea tu peso menos afectará el calor a tu rendimiento.
- Come más hidratos de carbono, ya que se utilizará más glucógeno que otro día con menos calor y misma distancia.
- Corre durante las horas de menos calor. Utiliza la lógica.
- Divide tus entrenamientos: Si hace mucho calor, vale la pena dividir el entreno en 2 partes, haciendo una a primera hora de la mañana y otra a última hora de la tarde.
- Adapta tus entrenamientos, evitando correr carreras largas, o de gran intensidad en horas de mucho calor.
- No tomes cafeína, ni alcohol, los cuales tienen un efecto deshidratante.
- Duerme en una habitación fresca para mejorar la recuperación.
- Calienta bien, trotando un poco, y con unos pocos sprints y a poder ser en un lugar con sombra.
- En el enfriamiento, camina lentamente 5-10 minutos, después de terminar para bajar la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca.
- No participes en ninguna carrera, o hagas un entrenamiento intenso con mucho calor.
Fuente:
Glover, B.
“Manual del corredor de competición”
Lopez Chicharro,
J.; Fernández Vaquero, A. “Fisiología del ejercicio”
H.
Tarrío
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