lunes, 26 de septiembre de 2011 | | By: Cristina

Frecuencia cardiaca

La toma de la frecuencia cardiaca se puede realizar en diversas partes del cuerpo. La más fácil es colocarse la mano encima del corazón, en la zona torácica izquierda, sobre el músculo pectoral mayor. Otra posibilidad es tomarse el pulso radial, o sea, en la muñeca, colocando los dedos índice y corazón en la zona externa de la muñeca, justo al lado del tendón que pasa por el centro del antebrazo; también es posible recoger este dato en la arteria frontal, apoyando los dedos citados anteriormente en la zona frontal y externa de la frente; por último existe otro sistema, denominado pulso carotídeo, que consiste en colocarse los dedos citados en el cuello, en su zona superior, bajo la mandíbula.
Algunos autores no aconsejan tomar la frecuencia cardíaca en la zona carótida, pues puede provocar un descenso de la frecuencia cardiaca por la estimulación de unos receptores de presión (baroreceptores) que se encuentran en los senos carotídeos. Si se presiona demasiado para localizar la frecuencia cardiaca en la zona carotídea, y los senos carotídeos interpretan que se ha producido un aumento de la presión arterial, se producirá un descenso de la frecuencia cardiaca como respuesta de adaptación.  Puesto que hay que parar de hacer ejercicio para hacer este conteo manual de pulsaciones, un minuto parado reduce las pulsaciones y el resultado final pierde fiabilidad. Hacer el conteo en seis segunos reduce este error pero multiplica cualquier fallo en el número de pulsaciones por 10. Por ello, es conveniente utilizar tiempos intermedios (15-20 segundos), al disminuir el tiempo de parada y limitar la multiplicación del error por 3 ó 4.

Una vez decidido cómo tomar la frecuencia cardíaca, se ha de elegir una de las diferentes fórmulas que existen para calcular el rango de pulsaciones, en base al tanto por ciento de intensidad elegido.
 

Desde hace muchos años se ha venido usando una fórmula que calcula las pulsaciones que deben regir la actividad, a través del cálculo de la frecuencia cardíaca máxima (FCM). Se trata de restarle a 220 la edad de la persona (en años), y al resultado aplicarle el tanto por ciento de intensidad elegido. No obstante, existen varias decenas de fórmulas descritas para calcular la frecuencia cardiaca máxima, siendo 220-edad, de las que generan mayor índice de error.

 
Fc máxima = 220 - edad (en años)
Tomemos de ejemplo a un varón de 40 años y que va a realizar carrera continua al 60%.
220- 40= 180 (Frecuencia cardiaca máxima)
180 x 0,6 (60%)= 108 pulsaciones/minuto
180 x 0,9 (90%)= 162 pulsaciones/minuto
 
 
Este método presenta el problema de subestimar la frecuencia cardíaca ideal para un determinado nivel elegido, en aproximadamente 15 latidos por minuto, por lo que se recomienda ajustarla añadiéndole 15 a la frecuencia cardíaca calculada (Ferrer, 1998).
 
108 pulsaciones + corrección (15)=
123 pulsaciones para realizar actividad al 60%
 
También se puede determinar la intensidad del esfuerzo en base a la frecuencia cardíaca de reserva (FCR) por la denominada fórmula de Karvonen. Consiste en restar a la frecuencia cardíaca máxima (220-edad en años), la frecuencia cardíaca de reposo en la posición en la que se realizará el ejercicio, con lo que se obtiene la FCR; a ésta se le aplica el tanto por ciento de intensidad que oscilará entre el 50 y el 85%, y al valor que resulta se le suma la frecuencia cardíaca de reposo.
 
Este método es el más eficaz porque cuenta con la variabilidad de la frecuencia cardiaca en reposo, o sea, el nivel más bajo de pulsaciones que una persona tiene por el hecho de estar en reposo. En el caso de que se utilice esta u otra fórmula en actividades como la natación, donde el cuerpo está en posición horizontal, hay que realizar un pequeño ajuste, que consiste en restar 10 pulsaciones al resultado final.
 
La elección de uno u otro porcentaje de intensidad dependerá igualmente del estado de forma física inicial, de modo que para personas que se inician se recomienda entre un 50-55%, siempre y cuando su nivel no sea extremadamente bajo (en este caso se aplicaría un 40%). Personas con un nivel aceptable de forma física pueden hacer ejercicio físico a intensidades superiores, sin exceder el 85% puesto que los riesgos se aumentan notablemente.

Para un mismo porcentaje de intensidad existe una variación ostensible en el valor de la frecuencia cardíaca según se use una u otra fórmula, siendo de la Karvonen más fiable al considerar las diferencias individuales de la frecuencia cardíaca de reposo.

Fuente: Profesor López Miñarro.


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